Los que ejercen el poder con «J»: Fascistoides, incompetentes, etc.

Pero pienso que lo primero que toca, es aclarar el porqué del título de este artículo. Vamos a ello.

El consabido artículo, me vino como resultado de una de mis reflexiones en mi particular “Azotea”. Pensando estaba yo en mi infancia y juventud. Recordaba como cuando nos cruzábamos con el mosén por la calle, debíamos ir a besarle la mano (¡habrase visto semejante degradación!), evidentemente, un acto que seguramente en algo nos habrá marcado, y por supuestísimo, acto social inútil.

También recuerdo con cierta sorna, el omnímodo poder del Sr. Secretario de Ayuntamiento del pueblo. Me sorprendía escuchar que el “verdadero amo” del pueblo era él ¿? Hacía y deshacía en cuestiones administrativas lo que le venía en gana, cobraba por cualquier gestión, correspondiese pagar o no, lo que le venía en gana. ¿Beneficio para el pueblo de tal señor? ¡Ninguno!

Y yo que pensaba que los que tenían más poder eran los Guardias Civiles, por aquello de la pistola, rifle,tricornio, uniforme, etc.  Debo decir, que las armas en cuestión, no las utilizaron (al menos en aquella época y en mi pueblo) pero el uniforme ¡joer con el uniforme!  La mayoría no sabían hacer una “o” con un canuto, pero si al señor Cabo, se le ponía la “mosca en el morro” y le apetecía cerrar un bar a las cinco de la tarde, pues ¡a cerrar se ha dicho! Eso sí, con un grado de chulería cuasi celestial. Debo confesar, sin sonrojo, eso sí, que también fui de los que me tocó (junto tres entrañables amigos) previa detencióan metralleta en ristre, pasar una noche en el calabozo (a mis 16 años) por «acto grave y subversivo», léase: “cantar una jota a partir de las doce de la noche” (una buena anécdota proclamo)

En todo el tiempo que estuve viviendo en mi querido pueblo, dudo que se les pueda asignar siquiera una benevolente felicitación por alguna gestión o acto de generosidad. La verdad es que nos amargaban bastante la vida, aunque cierto es, que casi nos llegamos a acostumbrar. Podría hacer una interminable lista de agravios, chulerías y despropósitos llevados a cabo (imagino que ahora esto ha cambiado) La verdad es que era un “cuerpo” bastante inútil.

Y para cerrar el círculo de poder, es decir la “banda de los poderosos” de mi pueblo, (esto pasaba en todos los pueblos) teníamos unas categorías que la componian los ricos, bastante inútiles para la sociedad, (y no quiero pensar en Andalucia o Extremadura) los maestros, estos no eran inútiles y el médico, este sobre todos, muy útil. Lo que me llamaba la atención, es que a las señoras de estos personajes, a todas se les anteponía antes de su nombre el “titulo” de “Doña” ¿? Eran aquellos, tiempos de gran sumisión.

Y con estas cavilaciones, me fui deslizando en mis pensamientos a lo largo de mis experiencias vitales en la observación de los que han ejercido el poder en esta que dicen nuestra querida España.
Y así, de aquellos, diría yo, que infelices poderosos de los pueblos (en aquellos tiempos no sé cómo funcionaba el tema en las grandes ciudades/altas esferas) hasta nuestros infelices tiempos, donde ya más cosas he podido comprobar sobre el ejercicio del poder. He podido constatar, que salvo casos excepcionales, la sumisión continua, eso sí, hacemos mucho ruido, pero también inútil. (casi siempre)

Los poderosos, siguen ejerciendo el poder con “J”.

Y aquí estamos, con los poderosos inútiles elevados a la enésima potencia, y pareciera que son inmortales (de ahí el título) pues ahí siguen, ejerciendo ese poder. Y ahí está la nueva configuración de poderío; los ricos, el llamado “capital”, dueño de todo, ¡’pero de todo! incluidos políticos, militares y “mosenes”.

El panorama está (explicado muy sucintamente) como sigue: el capital manda a los políticos, los políticos gobiernan, no gestionan, que es lo que tendrían que hacer, según la voluntad de los “ricos del mundo”. (R.D.M.) hacen las leyes a voluntad de éstos, y claro, “pa nosotros”, se dicen, también tenemos que legislar algo,  (de ahí el chollo de ser político) y así vamos, con leyes confusas unas, retorcidas otras y claramente fascistoides la mayoría, y ya no te cuento si en el poder está un partido con mayoría absoluta como el PP.  Un partido, no nos engañemos, de corte fastiszoide total, entender otra cosa, es no entender nada (ignorancia), no quererlo entender, o bien, ser como ellos. Pero no crean que el resto de partidos políticos se quedan al margen. Aunque con filosofias diferentes, muy pocos se libran, posiblemente ninguno, que haya tenido poder y no se haya “pringao”.

¿Seguirán existiendo en el tiempo estos modelos/formas de ejercer el poder? Pienso, con mucha pena, que sí. Está visto que los “memes” culturales siguen, (lo memes son a la cultura lo que los genes a una parte de la configuración física humana) y seguirán, no olvidemos que los verdaderos “putos amos” (los dueños de la “pasta”) son los hijos, nietos, sobrinos, arribistas y pelotas del franquismo. Y mientras la mayoría nos dedicamos a hacer ruido, ellos a lo suyo…

Estimados lectoras y lectores dispensad por una vez,  mi excesiva dosis de pesimismo. Ya sé que ser pesimista también es inútil, pero yo al menos, no pertenezco a esa “banda de…”

¿Y cómo se arregla esto? te invito a que leas o “releas” mi propuesta en mis anteriores articulos: La escalera social 1 y  La escalera social 2.