La escalera caótica o de Babel II.

Este articulo es la continuación de La Escalera Social (1/2) : Una nueva Experiencia

Sigamos con nuestra metáfora de las escalera de vecinos  de Iberiacam

Bien, imaginemos una escalera de vecinos, donde la Gestoría elegida para la gestión de la misma y basada en un contrato, (Programa Electoral) es escogida. Pero desde el primer día, esta Gestoría, se pasa los acuerdos del contrato por el “arco del triunfo”.  Cambian las leyes a su antojo. Empiezan por subir la cuotas de los vecinos, el segundo mes hacen una derrama de xx€.  Ahora ponen un ascensor directo al Sobreático, a los vecinos de las tres primeras plantas, no les dejan subir en el ascensor, tampoco les dejan salir de casa a partir de las 12 de la noche, tampoco les permiten que las parejas de enamorados se besen en todo el recinto de la escalera. Mientras, en los áticos y sobreáticos, montan “orgias romanas” con los más depravados actos que imaginarse pueda.

Y sigue, a los pocos meses, les vuelven a subir las cuotas a los vecinos en el mismo importe independiente de la superficie del piso.  Como  con las cuotas y las derramas, no hay suficiente liquidez, los gestores piden unos préstamos en nombre de los vecinos…

Sigamos imaginando, cuando hay que hacer alguna reparación u obra en el edificio, siempre son en primer lugar las que favorecen a los pisos de “arriba”  ¡faltaría más! muchos de los empleados y jefes de la Gestoría adjudicataria viven en esos pisos en excelente convivencia con los más “insignes “capitalistas” de la escalera.

Para todo tipo de obras contratan a sus propias empresas o empresas de amigos o familiares, todo ello sin acceder por vía de concurso, sabiéndose a ciencia cierta que se están pagando facturas “súper infladas”. Lo que genera comisiones “bajo mano” y todo tipo de cambalaches y corruptelas.

Y mientras, los Jefes de la Gestoría (Gobierno) se pasean por el edificio (país o nación) con prepotencia, lease, coches lujosos, aviones, helicopteros, etc. como si fuesen los dueños de toda la escalera, y un séquito de adláteres y pelotas que por supuesto pagan entre todos los vecinos, y para más inri, muchos de los vecinos más castigados por la cuotas y las derramas, les hacen la pelota, les piden autógrafos y además están dispuestos a relegirlos para un próximo contrato (Legislatura)

Para mas inri, se hacen llamar con «sobrenombres» ostentosos, Excelecia o Excelentisimo. Presidente, Ministro, etc. Hacen y dehacen a su antojo sin la debida autorización, se saltan las más elementales Leyes y si les conviene redactan otras que les beneficién lo máximo posible.  Son los que manipulan la información de la Escalera a través de los medios de Comunicación que suelen estar a su servicio y se arrastran para lograr una palabras o simplemente poder estrachar su mano  (agggg  que asco!!!)

Esto que ha sido descrito, es algo, que imagino, nadie consentiría que se llevase a cabo en su escalera de vecinos, pero esto y mucho más, de hecho lo descrito no relata ni un 20% de lo esperpéntico, ruin y mezquino que sucede realmente,  es lo que estamos (o están) haciendo millones de, en este caso, españoles.

Lo que no consentiríamos en nuestra escalera de vecinos, no solo lo consentimos en nuestro país, sino que con nuestra complicidad y cobarde inacción lo estamos potenciando. Lo que sucede, ha llegado a tal degradación moral que a uno le sobran ganas para apuntarse al primer viaje espacial y fijar eterna residencia en un planeta de cualquier galaxia.

Vale, hasta  ahora la critica, y pueden preguntarme, vale, ¿y que  propone?, porque criticar es muy fácil. ¿Qué podemos o debemos hacer?  No voy a caer en la tentación paternalista de decir lo que “debemos” hacer, pero si lo que podemos.  Veamos, ante esta pregunta, las dos respuestas que más he oído han sido:

a) No votar

b) Votar en blanco.

Yo creo que no son buenas opciones, porque es imposible que todos nos pongamos de acuerdo.  Además si votamos en blanco, ya se las ingeniarán para seguir los mismos. Y no votar es imposible porque “ellos”, los de las Gestorías, si votarían, y por lo tanto volverían a salir “ellos”

Propuesta: Hay que votar.  ¿A quien? Respuesta: A un partido que nunca haya estado en el poder, siempre que no sea de algún extremo ideológico, extrema derecha o izquierda, xenófobo, religioso o similares.

La clave está en echar a los de siempre, ¡FUERA!!!   Se acabaron los cleintelismos y las tramas de corrupción de los de siempre,  ya sabes, esta es la estrategía, unos seis-siete partidos, no deben ser votados.

Pero ¿y los  “yayoflautas”?, por ejemplo, no tienen experiencia de gobierno, ¡mejor!  Fua!! Ya me imagino 300 diputados «nuevos».  Posiblemente con el tiempo serian igual que los «Otros», (o no) pero mientras tanto,  ¡vaya disfrute!! , y por partida doble; viendo a los de siempre  fuera, y a los nuevos intentando, y seguramente logrando, hacer nuevas «cosas».  Peor que con los “clásicos», no nos irá.   Yo lo veo como un cambio emocionante, ¡una revolución pacifica y democrática!!  ¡Menuda experiencia!

Y ya por adelantado, perdono o disculpo las descalificaciones e insultos con que me obsequiarán aquellos que mi planteamiento o propuesta les habrá perecido (sus motivos tendrán) una  solemne sandez, desvarío o yo “que sé”… yo, aunque triste, no dejaré de sonreír (a mi manera) para mis adentros, seguro, pero seguro que también para mis afueras, es la ventaja de vivir en “otro edificio”.