Una nueva visión de la Pirámide de Maslow.

En muchas ocasiones me han pedido que explique más a fondo de lo que lo hago en mi libro “El Reto de ser Feliz” (Amat Editorial) mi enmienda (relativa) a la Pirámide de Maslow, donde en la mencionada obra, añado una escala más, (creo que no soy el primero) a dicha pirámide y que hace referencia a la escala “Visión/Comprensión Cósmica”

Arranco con la ampliación/explicación que tantas veces y con tanta razón me han solicitado, advirtiendo que el espacio de un artículo, da para lo que da, y cierto es, que puede quedar algún “hilo suelto”, por lo que pido la comprensión del lector.

Personalmente, pienso que falta alguna “actualización” a la mencionada teoría de Maslow. No es pues una descalificación, yo lo considero modestamente una «aportación/ampliación”.

Pienso no obstante, que a pesar del tiempo transcurrido, sigue siendo de actualidad y con bastante base científica dicha teoría sobre la jerarquía de las necesidades, según la cual, el ser humano a medida que va cubriendo sus primeras necesidades de “subsistencia básica”, va aspirando a otro tipo de “conquistas” o necesidades tal como se describe en su “Pirámide”.

Maslow observó y estudió durante años el comportamiento y la trayectoria de diferentes grupos de personas, llegando a la conclusión que, en líneas generales, las personas tenemos unas necesidades, a las que les dio categoría de “básicas” a unas, y a otras de “superiores”, a estas últimas, aplicamos aquí el termino necesidad como “sensación de carencia, indicando que cuando la persona tiene cubiertas las más básicas, aspira a conseguir nuevos logros, que él ubicaba en un escalón superior, a estos logros, Maslow los fue superponiendo en su archifamosa “pirámide”, tal como indicamos en la siguiente figura.

¿Qué significa la Visión/Comprensión Cósmica?

Muchas personas viven en un constante estrés por la “ambición mal entendida” de intentar ubicarse en una escala superior a cualquier precio. Ese cualquier precio, genera una vida con un alto y continuado nivel de estrés. Muchas personas, se quedaron en el intento porque no supieron medir las consecuencias del esfuerzo que suponía pasar a un “escalón” superior.

Sin ánimo de contradecir a Maslow, (él ya lo expresó en alguna ocasión) a través del estudio del comportamiento humano, he podido comprobar que la cosa no es siempre así, es decir, hay personas que intentan pasar con excesiva rapidez de una escala, a otra superior, incluso sin tener debidamente satisfechas las más básicas, debido fundamentalmente a la mal entendida competencia social, que nos han vendido, sobre todo, algunos “gurús” made in USA, de la economía y por qué no decirlo de algún tipo de “autoayuda” que lo único que pretenden es crear personalidades al servicio de los “poderosos” (el capital) con la “ilusión” de que todos podemos llegar a presidentes de una empresa, incluso de un país… También colaboran en mayor o menor medida, en este “come cocos” el cine, la TV y algunas publicaciones, donde prima más el “tener” que el “ser” y el “poder” que la “ética”. Así nos va.

Estas “ambiciones”, generan importantes dosis de estrés con el resultado de malas prácticas profesionales, como desfalcos, abusos de poder, prevaricaciones, corruptelas, etc. con las consecuencias de todos conocidas: disputas, agresiones, cárcel, en algunos casos y enfermedades e incluso muertes en otras.

Si tomamos como punto de referencia la escala de necesidades de A. Maslow, deberíamos preguntarnos muy seriamente ¿Qué “escalas” deberíamos tener cubiertas para sentirnos “básicamente” bien?  Y deberíamos seguir planteándonos, ¿merece la pena el esfuerzo/precio a pagar para ascender a la siguiente escala?

Todos los que me seguís en este recorrido “humanista” a través de mis artículos en este Blog, sabéis de mi objetivo básico, que  fundamentalmente es,  llamar la atención sobre el inmenso papel que jugamos cada uno de nosotros en el desarrollo de nuestra sociedad, haciendo hincapié en que no todo lo negativo es culpa de los “otros”, sino que cada uno de nosotros somos una parte  importante del todo, y deberíamos hacernos responsables de esa alícuota que nos pertenece. También por supuesto en los aspectos positivos.

Mi objetivo es una llamada a la introspección, a realizar de tanto en tanto una mirada a nuestro interior y a nuestra forma de aportar “cosas” a nuestra sociedad.

Como bien sabéis, suelo indicar en mis escritos, que éstos los suelo llevar a cabo desde mi Azotea de la Libertad.

¿Qué es pues la Visión/Comprensión Cósmica y qué relación tiene con la Azotea de la Libertad? Pues como veréis, va muy ligado un «tema» con el otro. Me explico.

Metaforicamente, la Azotea, incluso por cuestión de relación y ubicación/distribución corporal,  normalmente la relacionamos con la cabeza.  “Eso” que está encima de los hombros. Ya sabéis, eso que sirve para recibir alguna “colleja”, hacerse la permanente, crestas de gallo de todos los colores, ponerse gomina, algún sombrero o gorra, darse golpes en la pared en situaciones de inmensa rabia, rascarse cuando estamos despistados e incluso rematar algún córner.

La cabeza, aunque algunos parecen ignorarlo,  tambien sirve para pensar, reflexionar y tomar decisiones más o menos importantes en nuestra vida.

La cabeza, en parte, representa la Azotea a la que hago referencia. Cuando a través de nuestros pensamientos y actitud, nos subimos a la Azotea, nos elevamos a otra “dimensión”, somos capaces de ampliar nuestra visión, nos quitamos las “anteojeras”, vemos las cosas con amplitud y profundidad, sin complejos, con calma, sin envidias o avaricia desmedida. Sin mandamientos ni dependencias, sin prejuicios psico-sociales, políticos, religiosos, etc. Solo desde ahí, se puede comprender el comportamiento humano y se puede salir de la manada, siendo uno mismo, sin contaminación. Desde ahí, se pierde el miedo a ser libre, primer paso para ser feliz.

En cuanto a mi filosofía, afirmo que el logro mayor del ser humano, a diferencia de lo que indica Maslow, no es la “auto realización”, sino la capacidad de lograr tener una Visión/Compresión Cósmica, que defino como: “Comprensión de los mecanismos que mueven y promueven el comportamiento humano, individual y socialmente” Y esto se puede lograr a partir de tener satisfecha la primera escala de las necesidades según Maslow, tal como indico en el dibujo de la Pirámide.

Os invito a que os ubiquéis en esa dimensión, a que os subáis a la Azotea de la Libertad, os aseguro que en principio tendréis un extraño vértigo, tendréis nauseas, y un inmenso escalofría recorrerá vuestra espina dorsal cuando os deis cuenta de muchas cosas que están sucediendo ahí, “abajo”, y no os podréis mantener durante mucho tiempo en esa Azotea, pero si insistís, podréis subir de tanto en tanto, aunque no faltará quien os critique y descalifique. Sereis unos incomprendidos, hablareis el idioma «marciano», idioma que la mayoría no entiende, porque es el del sentido común y la reflexión profunda y amable.

Tendréis que soportar lo indecible, y sentireis los escalofrios de la soledad.  Pero si insistís, acabareis triunfando. Pues el triunfo mayor se consigue a medida que vas logrando más cotas de libertad, libertad de la “real”, la que se siente cuando alcanzas la Azotea, cuando dejas de ser «masa». Sentiréis que trascendéis a otra dimensión, una sensación única. Ahí, se “respira otra cosa”. Prometo seguir describiendo mi teoría y la vida de los pensadores «marcianos».

Y ahora, voy a intentar subirme de nuevo a mi Azotea. No creáis, no siempre lo consigo, pero yo, como buen aragonés, ¡erre que erre!

Ah, y no olvidéis, que todos tenemos una Azotea a nuestra disposición, lástima que se suban tan pocos. Así no va…