La mayoría de nuestra sociedad vive, en parte y sin darse cuenta, en la constante dicotomía, entre el sadismo y el masoquismo, algo que, con el discurrir del tiempo, le produce sensación de equilibrio, que fue la base psicológica que llevó , (entre otros ejemplos) al triunfo del nazismo en Alemania.

Que nadie se asuste, en todo caso lo explicaba muy bien alguien con tanto reconocimiento a nivel global como Erich Fromm en “El miedo a la libertad” pág. 215 a 245 (E. Paidos)

Y actualmente, ¿qué papel juegan estos comportamientos en nuestra sociedad?, (no me refiero al sado-masoquismo sexual) no cabe la menor duda, que los estudios concienzudos y libres de todo prejuicio, realizados por Fromm, los podemos extrapolar a la esencia de los actuales comportamientos de nuestra “moderna” sociedad, algo para reflexionar muy en serio, y volver a hacernos nuevas preguntas.

Confieso que había iniciado el escrito del presente artículo, (como siempre) con una predeterminada idea, pero a la luz de los últimos acontecimientos en Europa, he cambiado en parte mi “punto de mira” y mi mensaje, y a partir de este párrafo, sigo con la nueva visión/análisis a transmitir, que como muchos de mis lectores bien sabéis, en la mayoría de ellos es, una llamada a las conciencias, un intento de “removerlas”, una alerta sobre cuestiones que nos puedan llevar a reflexionar sobre temas relacionadas con el comportamiento humano (por supuesto incluido el propio) e incluso, a potenciar la capacidad de discernir, aplicando el “sentido común” a la vista de las nuevas situaciones sociales, en incluso, propuestas de atrevidos “individuos” como el que suscribe y escribe este artículo.

¿Y qué tiene que ver el comportamiento sado/masoquista/social con el momento actual, sobre todo a la vista de lo  que estamos viviendo en Europa con las inmisericordes oleadas de hombres, mujeres y niños que huyen de los horrores de la guerra?

Como siempre indico en mis artículos, el espacio asignado a estos escritos, no da de sí para tratar en toda su extensión un asunto tan problemático como el que planteo. Ese es un riesgo que asumo en la confianza de seguir contando con lectoras y lectores comprensivos e  inteligentes.

¿Dónde están los comportamientos sádicos en esta problemática? Abramos nuestro objetivo en amplitud y profundidad. ¿De qué lugares vienen estas pobres gentes huyendo de esas infames guerras? Respuesta: de países dominados durante décadas por ignominiosos dictadores, “permitidos” he incluso apoyados por entre otros, los países que ahora se ven desbordados por la llegada de estos llamados “refugiados”. Países que, con la mirada en otra parte en unos casos, y con ayuda de todo tipo en otros, lo más que hicieron fue ayudar a pasar de una dictadura a otra, mediando en el ínterin, fratricidas guerras y represiones con verdaderas masacres de la sociedad civil (pensemos en Siria) y mientras esto acontecía, ¿Qué hacían los países de UE? Pues contemplar esta masacre, como si esta “circunstancia” no fuese con ellos (nosotros). ¿Acaso esto no es sadismo?

¿Y el masoquismo? Ya algunos, muy pocos analistas, aventuraron que aquellos polvos (mirar a otra parte) traerían estos lodos, y aquí estamos rasgándonos las vestiduras por los cotidianos dramas que nos muestran los medios de información. Ahora todos lloramos, lloran los políticos, los intelectuales, los periodistas, los empresarios… hasta los religiosos. ¿Cargo de conciencia? o ¿Lágrimas de cocodrilo?

Alemania, “trabajó” intensamente para incluir en la UE países que no reunían las más mínimas condiciones para formar parte de un “Club Elitista” con unos niveles de desarrollo económico, social y democrático nada comparables al resto de países de la Unión Europea. ¿Por qué?

Rspuesta: Ello suponía fácil flujo de trabajadores baratos sobre todo a Alemania. Bien, estos países como  Hungría,  Macedonia  Serbia y sobre todo Italia, son algunos «países fronteras» que reciben estas oleadas de refugiados, y podemos comprobar que algunos actúan con unos comportamientos, sobre todo  Hungría, cuando menos “dudoso” con el trato humanitario que dan a estas pobres gentes. Y mientras, Alemania se erige como gran benefactor.

(Ya sabemos, para muchas cosas, Alemania no tiene “término medio”) Me comentaba un colega alemán, (Tengo muchos amigos alemanes y admiro a Alemania en muchas cosas, en otras no) “Ya que ningún país quiere acoger refugiados, ya nos “sacrificaremos” los alemanes y nos haremos cargo de la mayoría de refugiados, nosotros somos así”. ¿Humanismo? ¿Masoquismo?

Gran parte de la sociedad civil, va por delante de los políticos, demostrando estos una vez más, su cruel incompetencia. El actual Gobierno español, (y no es el único) con ese tic antisocial que le caracteriza, se negaba incluso, a aceptar acoger una cantidad exigua de refugiados que había designado la UE en un triste reparto de la “carga” por países.

Una buena parte de la sociedad civil, al menos en España, y dando el primer paso el Ayuntamiento de Barcelona, seguido rápidamente por otras ciudades, y organizaciones sin ánimo de lucro y personas privadas, están haciendo sonrojar a esa pléyade de políticos abanderados por los de la UE, que además lamentablemente muchos les han votado y que posiblemente les ¡volverán a votar! ¿Masoquismo? ¿Ignorancia? ¿Falta de valores éticos?

Sobre el sado-masoquismo social, podría escribir una buena tanda de artículos (prometo publicar alguno más) Mientras, triste me retiro a mi Azotea, pero animado a seguir en la brecha, pues tanto el sadismo como el masoquismo, (insisto, no me refiro al tema sexual)  son desajustes de comportamientos que de forma sutil se filtan sin darnos cuenta por los poros de nuestra sociedad, generando enormes «bolsas» de infelicidad.

Viviendo en Catalunya (España) y observando muy de cerca los acontecimientos/comportamientos de esta sociedad, puedo analizar (lo más neutral que puedo) los peculiares comportamientos de una  sociedad sometida a una lamentable controversia y manipulaión, en unas «peculiares» elecciones.  Una situación que anima al análisis serio y despolitizado de cualquier psico/sociólogo «serio», y sobre la que inevitablemente deberé un día manifestarme.  Pues salvando las diferencias con el tema del nazismo (por favor que nadie piense que lo relaciono) veremos como, perfectamente  se pueden encontrar estos comportamientos. Así lo haré, a su debido tiempo.