¡Si Platón levantase la cabeza!!

Estoy convencido que si Glodito I e Histórica A, dos  conocidos personajes de la prehistoria, levantasen la cabeza, se darían de golpes en la misma con sus prehistórica y rudimentarias hachas  y ¿porqué?

Confieso que no sé muy bien como se organizaban socialmente en aquellos prehistóricos tiempos, pero seguro que, para “aquellos” tiempos, de forma más lógica, “sana” y natural de lo que estamos ahora.

Vaya lio que tenemos montado con esta peculiar forma en que nos hemos ido organizando los humanos. Aquí vamos a tratar de esta cuestión de forma general y por razones obvias de espacio, no de forma exhaustiva.  Pues eso, la que hemos montado con toda la parafernalia de los gobiernos, los políticos y los ciudadanos (unos más ciudadanos que otros)

Una vez más, y para aliviar el “coco” del personal de tener que descifrar sesudas descripciones, utilizaré la metáfora como arquitectura de mi visión.

Somos una sociedad de unos cuantos miles de millones de seres humanos que deben organizarse de la mejor manera para que las relaciones entre todos, sean lo más organizada y armónica posible y no devenga siendo un caos total  (aunque no podemos negar que, caos hay bastante)  Y para dar mi visión de como está organizada esta sociedad utilizaré la metáfora de:

La escalera de vecinos

Vamos a imaginar, para no complicarnos demasiado la cabeza, en nuestro país España. Pero pueden imaginarse cualquier otro país.  Bien, yo lo veo como si estuviésemos viviendo en un gran edificio de una ciudad cualquiera.  Un edificio de varias plantas y  de varias entradas que llamaremos “escaleras”.  Nada complicado de imaginar.

Los vecinos de estas escaleras, se han constituido cada una de ellas en una mini sociedad que tiene que convivir en una relativa cercanía.  Cada escalera consta de varias plantas desde los bajos hasta el Sobreático.

Hay pisos de diferentes superficies, desde los de 20mts (suelen ser los Principales y Primeros) hasta los de 400mts y también con diferentes acabados, desde los más modestos hasta los más lujosos e incluso ostentosos (Suelen ser los Áticos y Sobreáticos). Los hay exteriores y con excelente luz natural y los hay orientados hacia patios interiores, lúgubres y sin un ápice de luz natural.  A pesar de estas diferencias, todos deben de ponerse de acuerdo para pactar unas normas de convivencia.

En una ocasión, hace tiempo encargaron unas Normas que llamarón Constitución y todos deben regirse por esas Normas, las cuales se desglosan en normas más específicas que llaman Leyes.  Si los vecinos lo piden en mayoría, esta Constitución o Leyes pueden cambiarse.  También los gestores pueden proponer cambios, que si los aprueban los vecinos en democrática mayoría, pueden ser cambiadas.

Para administrar esta escalera  y ocuparse que todo funcione correctamente, han externalizado esta función a una empresa privada (Partido Político, que en realidad no deja de ser un eufemismo)

Para escoger quien va a gestionar la Escalera, un grupo de estas empresas, (partidos Políticos) han realizado una oferta (Programa) en el que ofrecen sus servicios.  Los vecinos, de forma democrática escogen a la empresa Gestora, normalmente por un periodo de cuatro años.  Pasado este tiempo y agotado el contrato, se vuelve a contratar una nueva Gestoría, y si lo ha hecho bien, le puede ser concedido el contrato de nuevo a la anterior.

Bien, así funciona  a grandes rasgos una escalera de vecinos, y así, en lo esencial debería funcionar un país o nación.

La escalera caótica o de Babel

Bien, imaginemos una escalera de vecinos, donde la Gestoría elegida para la gestión de la misma y basada en un contrato, (Programa Electoral) es escogida. Pero desde el primer día, esta Gestoría, se pasa los acuerdos del contrato por el “arco del triunfo”.  Cambian las leyes a su antojo. Empiezan por subir la cuotas de los vecinos, el segundo mes hacen una derrama de xx€.  Ahora ponen un ascensor directo al Sobreático, a los vecinos de las tres primeras plantas, no les dejan subir en el ascensor, tampoco les dejan salir de casa a partir de las 12 de la noche, tampoco les permiten que las parejas de enamorados se besen en todo el recinto de la escalera. Mientras, en los áticos y sobreáticos, montan “orgias romanas” con los más depravados actos que imaginarse pueda.

Y sigue, a los pocos meses, les vuelven a subir las cuotas a los vecinos en el mismo importe independiente de la superficie del piso.  Como  con las cuotas y las derramas, no hay suficiente liquidez, los gestores piden unos prestamos en nombre de los vecinos…

Sigamos imaginando, cuando hay que hacer alguna reparación u obra en el edificio, siempre son en primer lugar las que favorecen a los pisos de “arriba”  ¡faltaría más! muchos de los empleados y jefes de la Gestoría adjudicataria viven en esos pisos en excelente convivencia con los más “insignes “capitalistas” de la escalera.

Para todo tipo de obras contratan a sus propias empresas o empresas de amigos o familiares, todo ello sin acceder por vía de concurso, sabiéndose a ciencia cierta que se están pagando facturas “súper infladas”. Lo que genera comisiones “bajo mano” y todo tipo de cambalaches y corruptelas.

Y mientras, los Jefes de la Gestoría (Gobierno) se pasean por el edificio (país o nación) con prepotencia y un séquito de adláteres y pelotas que por supuesto pagan entre todos los vecinos, y para más inri, muchos de los vecinos más castigados por la cuotas y las derramas, les hacen la pelota, les piden autógrafos y además están dispuestos a relegirlos para un próximo contrato (Legislatura)

Esto que ha sido descrito, es algo, que imagino, nadie consentiría que se llevase a cabo en su escalera, pero esto y mucho más, de hecho lo descrito no relata ni un 20% de lo esperpéntico, ruin y mezquino que sucede realmente,  es lo que estamos (o están) haciendo millones de, en este caso, españoles.

Lo que no consentiríamos en nuestra escalera de vecinos, no solo lo consentimos en nuestro país, sino que con nuestra complicidad y cobarde inacción lo estamos potenciando. Lo que sucede, ha llegado a tal degradación moral que a uno le sobran ganas para apuntarse al primer viaje espacial y fijar eterna residencia en un planeta de cualquier galaxia.

Vale, hasta  ahora la critica, y pueden preguntarme, vale, ¿y que  propone?, porque criticar es muy fácil. ¿Qué podemos o debemos hacer?  No voy a caer en la tentación paternalista de decir lo que “debemos” hacer, pero si lo que podemos.  Veamos, ante esta pregunta, las dos respuestas que más he oído han sido:

a) No votar

b) Votar en blanco.

Yo creo que no son buenas opciones, porque es imposible que todos nos pongamos de acuerdo.  Además si votamos en blanco, ya se las ingeniarán para seguir los mismos. Y no votar es imposible porque “ellos”, los de las Gestorías, si votarían, y por lo tanto volverían a salir “ellos”

Propuesta: Hay que votar.  ¿A quien? Respuesta: A un partido que nunca haya estado en el poder, siempre que no sea de algún extremo ideológico, extrema derecha o izquierda, xenófobo, religioso o similares.

La clave está en echar a los de siempre, ya sabes, unos seis-siete partidos, no deben ser votados.

Pero ¿y los  “yayoflautas”?, por ejemplo, no tienen experiencia de gobierno, ¡mejor!  Peor que con los “clásicos, no nos irá.   Yo lo veo como un cambio emocionante, ¡una revolución pacifica y democrática!!  ¡Menuda experiencia!

Y ya por adelantado perdono o disculpo las descalificaciones e insultos con que me obsequiarán aquellos que mi planteamiento o propuesta les habrá perecido (sus motivos tendrán) una  solemne sandez, desvarío o yo “que sé”… yo, aunque triste, no dejaré de sonreír (a mi manera) para mis adentros, seguro, pero seguro que también para mis afueras, es la ventaja de vivir en “otro edificio”.

Nota: Este articulo tiene su continuación en: La Escalera Social (2/2)