Dentro de las posibilidades de auto-diagnóstico, en cuanto a la configuración de nuestra personalidad, (¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Qué hago en este mundo? Etc.) y en una escala de valoración en términos muy simples de Bueno-Malo, Bien-Mal, todos o casi todos los humanos tenemos una imagen de nosotros mismos que, en líneas generales, salvo algunos “defectillos admisibles”, («yo soy así») solemos, como mínimo, asignarnos el “aprobado”.

Expuesto este criterio general de los humanos, conviene afirmar que, este modelo de auto valoración, casi nunca coincide con el que nos asignarían la gran mayoría de personas de nuestro entorno, ¡vaya! Al respecto, conviene aclarar que baso está afirmación, en los innumerables experimentos realizados, muchos de los cuales he preparado y dirigido personalmente.

En algunos de estos experimentos, se trata de, que en un grupo, (10-12 personas) una persona indique cuales cree que son los tres rasgos fundamentales de su propia personalidad, y el resto del grupo, siempre de personas más o menos conocidas entre ellas, en función del objetivo del experimento, anoten también cuales creen que son los tres rasgos más representativos de esa persona, este es sin duda un buen feedback. En todos mis experimentos a lo largo de más de veinte años, nunca han coincidido los tres rasgos principales que se auto asignaba cada persona, con tres rasgos valorados por las otras personas del grupo, ¡nunca!

Entonces, cabe la pregunta lógica, ¿cómo soy yo? ¿Soy como yo creo ser? ¿O soy como me ven los demás? La respuesta no es nada complicada, aunque si complica la cuestión, veamos; socialmente, eres como te ven los demás, y además, no todas las personas te ven de igual forma, en lo social, profesional, físico, etc. Todo un galimatías, menuda situación ¿no?

Cierto es, que muchas personas pueden pensar, bueno, pues yo soy como soy, y los demás que opinen lo que quieran. Bien, esta es una opción, pero por experiencia sabemos, que a muchas personas si les importa lo que los demás piensen de ellas. Y no es esta una opción criticable, pues debemos recordar, que vivimos en una sociedad donde interactuar con otras personas es una de la “actividades” más prolíficas del ser humano, y en muchas ocasiones, el resultado éxito/fracaso de nuestras acciones/relaciones dependerá del nivel de “sincronía”, es decir, de aceptación de los demás, de la imagen/opinión que de nosotros tengan.

Ante la disyuntiva expuesta, ¿qué hacer? ¿Cómo actuar? Es evidente, que no podemos, salvo a nuestro círculo más íntimo, ir preguntando a todas las personas con quien nos relacionamos, que nos faciliten una valoración de los diferentes componentes de nuestra personalidad o comportamientos.

Una buena y razonable opción es, hacerse un autoanálisis, claro está, este debe ser de forma ordenada y con respuestas libres de contaminaciones o impregnadas de tintes emocionales, tanto positivos como negativos.

Realizar (auto) test, libres de interpretaciones complejas, debidamente estructurados por aspectos determinados en los ámbitos de la personalidad y las relaciones sociales, puede ser una buena opción para tener una autovaloración que, a base de preguntas, que normalmente no nos hacemos, y tener que asignar una determinada puntuación, determinar aquellos puntos fuertes o débiles que nos servirán, en el caso de que queramos potenciar o rebajar alguno de ellos, establecer objetivos de mejora, bien con un plan personal, o bien ayudado por profesionales expertos en esa determinada materia.

En esta última línea expuesta, me propongo ir publicando periódicamente, temas inherentes a la vida de cualquier persona. Estos trabajos, describirán de forma básica la teoría de cada tema, algunos consejos para su mejora, y finalmente, un «pequeño» (salvo alguna excepción 10-15 preguntas) pero adecuado test, que facilitará información (por supuesto no científica) sobre la situación actual en la que se encuentra el autor del mismo, para que si lo desea, pueda acometer procesos de cambios positivos en su vida personal o profesional.

Todo el material (artículos) que publicaré, podrá encontrase en alguno de los libros que he publicado a lo largo de los últimos años, el título lo indicaré en cada publicación, por lo que en todos los casos, quien esté interesado en ampliar conocimientos podrá hacerlo, si lo desea, a través de los indicados libros.

Espero puedas aprovecharte de esta iniciativa, en la que pondré, como siempre, todo mi saber y toda mi ilusión, siempre con el objetivo de lograr un mundo mejor a través de conseguir unas mayores cuotas de felicidad de las personas que en cada momento lo habitemos.

Los primeros artículos estarán basados en la publicación de mi último
libro 50 Razones para vivir…Feliz