Las claves del éxito personal.   (Para lectores/as que leen despacio)

Son tiempos muy “peculiares” los que nos está tocando vivir a causa del COVID-19 pero no es, ni nunca debe ser, tiempo para el abatimiento y la frustración, y sin olvidar los traumas que a muchas personas tocará vivir/sufrir, debemos resurgir de nuestros propios sinsabores y prepararnos para unos tiempos que sin duda nos deberán conducir a momentos de preclara y positiva luz respecto a nuestro futuro.

Con la máxima prudencia que aconsejan los nuevos tiempos, hablemos ahora de triunfar, o de “tener éxito en la vida” en sentido general.

Nuestro recorrido lo vamos a dividir en dos “tramos” a) Qué es el éxito.  b) Cómo conseguirlo.

Para lograr algo en la vida, lo primero y esencial es saber “qué es” eso que queremos lograr.

En primer lugar, definiremos qué es el éxito.  Si me lo permites, lo haré muy a “mi manera” y siguiendo mi filosofía.

¿Qué es el éxito?

Tiene más éxito quien consigue ser más feliz

Dando por supuesto lo acertado de esta definición, vayamos introduciéndonos un poco más en el “que” es ser feliz, para llegar finalmente al “cómo” conseguirlo.

¿Qué es ser feliz?

Posiblemente cada persona tenga su propia definición sobre la felicidad. Nuestra teoría, va dirigida a personas que no sufren enfermedades o viven en una sociedad oprimida. Con estas salvedades, vamos a intentar una “puesta en común” aportando una definición. Veamos:

  • Es más feliz quien sonríe más.
    • …quien se relaciona bien con su entorno. Sin disputas ni peleas.
    • …quien ayuda a los demás cuando lo necesitan.
    • …quien se esfuerza por ser cada día un poco mejor
    • …quien deja una impronta positiva antes de abandonar este mundo.
    • …quien respeta y cuida el medio ambiente.
    • …quien al finalizar cada día sabe que hizo algo para que este mundo sea un poco mejor
    • quien es capaz de conseguir honestamente sus metas.

Estas y algunas más, son las características que podrían definir a una persona “razonablemente” feliz, pero en esta ocasión, vamos a fijarnos en el último punto: Quien es capaz de conseguir sus metas u objetivos. (A las palabras “Metas” y “Objetivos” les asignamos en este capítulo el mismo significado)

Las metas u objetivos, es lo que da sentido a la vida de las personas. 

Una persona que no tiene objetivos en la vida, es como una hoja que se desprende del árbol y queda a merced del viento; si sopla del este, se dirigirá al oeste, si supla del sur, irá hacia el norte, si el viento sopla fuerte llegará lejos… Pero ¿dónde? Y si el viento cesa, caerá en algún lugar… ¿dónde?: ¿en un verde y limpio césped…? ¿O en una sucia charca de contaminado fango?  No tener objetivos, es como navegar hacia ninguna parte, y como dijo el poeta; Nunca hay viento favorable para quien no tiene puerto de destino. El “objetivo”, es el puerto de destino. El objetivo da sentido a la vida.  El objetivo te lo marcas tú, y a partir de ahí, eres tú quien dirige tu vida.  Y recuerda:

Si tú no diriges tú vida, alguien lo hará por ti.

Los pasos básicos para conseguir tus objetivos son:

  1. Definirlos claramente. Y poder medir su consecución
  2. Siempre deben ser escritos. Si no se escribe no es un objetivo, es una “intención”.
  3. Positivos y ambiciosos. Que produzcan satisfacción su consecución.
  4. Alcanzables. Una excesiva ambición puede producir frustración.
  5. Que tengan una fecha para su consecución.

La teoría del Análisis Transaccional, tal como hemos comentado en el capítulo uno, nos aporta una base clara y definitiva para completar las características de los objetivos.  Veamos que tienen que ver éstos con nuestras partes de la personalidad Padre, Adulto y Niño

  • Padre: Los objetivos deben de ser éticos y dentro de la moral social en la que se convive.
  • Adulto: Deben ser interesantes, que nos produzcan beneficios y que sean alcanzables sin pagar un precio excesivo.
  • Niño: Que disfrutemos, tanto en el proceso de su consecución, como una vez conseguidos. Deben proporcionar alegría y felicidad

En la vida, hay que tener objetivos variados.  Si trabajas fuera del hogar, debes marcarte metas profesionales, a un año o más. Hay casos que puedes hacerlo a tres o cinco años. Por ejemplo: aprender un idioma, o una nueva profesión, ascender de categoría profesional, emprender un negocio, etc.

Y por supuesto, también debes marcarte metas personales.  Las metas personales tienen que ver con tu crecimiento personal, con las cosas que te hacen ilusión, por ejemplo: tener un hijo, practicar un deporte, hacer un viaje de placer, comprarte alguna joya, una nueva residencia, realizar nuevos estudios, etc.

En cualquier caso, debes poder compaginar las metas profesionales con las personales, de ahí la importancia de escribirlas y poner al lado las dos “listas”, no sea que existan incompatibilidades.

Importante, si vives en pareja, debes compartir, o al menos informar a tu pareja de tus objetivos. Además, en muchos casos la “otra parte” puede ayudarte a conseguirlos, o al menos, comprenderá algunas de tus actividades si sabe cuáles son tus objetivos.  Si alguno de tus objetivos no encaja con algunas ideas o disponibilidades de tú pareja, deberás negociar el “asunto” y llegar en la medida de lo posible a un compromiso.

Bien, supongamos que ya tenemos escritos nuestros objetivos. A un lado de la hoja, los personales, al otro lado los profesionales.  Y ahora ¿qué hacer?

Es el tiempo para la acción.  Cualquier objetivo logrado en la vida, es la consecuencia de una serie de acciones, en la mayoría de casos, suele ser necesario algún tipo de esfuerzo.  Partiendo de esta premisa, lo que debemos hacer, es planificar nuestras acciones en el tiempo, por ejemplo, en nuestra agenda, las acciones que nos llevaran a su consecución.  Es decir, cada acción que hemos planificado, debemos, al menos cada semana, revisar su “marcha”.  Y corregir si conviene, los planes o las estrategias. 

Ante un objetivo en la vida, siempre debemos poner puntos de control en espacio cortos de tiempo, así, en caso de tener que modificar algo, dispondremos de tiempo suficiente. 

Revisemos nuestro plan:

  • Definición de los objetivos
  • Planificación de las acciones en el tiempo
  • Revisión periódica.

Pero esto no es suficiente. ¿Qué es lo que falta en este plan?  Pues falta lo más importante. Toma nota, porque si falta “esto”, puedes olvidarte de todo lo comentado hasta ahora.  Espero no sea un problema, pues todo lo que te propongo depende exclusivamente de ti.

  • Visionar.  Si no eres capaz de “ver” anticipadamente en tú mente el éxito de tú objetivo, es muy difícil que lo logres.
  • ¡Actuar!   Ponte en marcha ¡ya!  Si dices “empezare el mes próximo”… mejor déjalo.
  • Disciplina.  Para conseguir cosas importantes en la vida, se requiere un cierto orden y disciplina en las acciones. Aquello de “ya lo haré mañana”  “No es igual, pero se le parece”, esto no sirve. Te estás apuntando al fracaso.
  • A.M.P.  Ésta es la cualidad más importante, sin una Actitud Mental Positiva, no se consigue nada positivo en la vida. Recuerda:

Solo los que tienen pensamientos positivos, obtienen resultados positivos

Veamos, ¿te ves capaz de llegar a la cumbre y lograr tus metas en la vida para sentirte más feliz?  Te propongo un pequeño test que te dará algunas pistas sobre tus posibilidades.

Siempre: 3 puntos A veces: 1 punto Nunca: 0 puntos Puntos
La rutina es muy mala.
La mayoría de la gente es buena.
Cuando tomo una decisión, me vuelco en su consecución.
Me llevo muy bien con la mayoría de las personas.
Soy muy ordenado/a.
Planifico más que improviso.
Tengo ideas para hacer cosas nuevas.
Suelo terminar mis cosas o tareas. No me gusta dejarlas a medias.
Soy optimista por naturaleza.
Suelo escribir mis objetivos y revisar su consecución.
Pienso que aún tengo mucho tiempo para hacer cosas importantes en mi vida.
En general soy muy activo/a.
Total

RESULTADO:

De 0 a 12 puntos
Estás a falta de A.M.P. Busca un buen momento para reflexionar y recuerda que, tú y solo tú, eres dueño o dueña de tu destino. ¿Vale?
De 13 a 25
Ya estas consiguiendo algunos éxitos. Persevera y lograrás tus objetivos.
De 26 a 36
Tú ya controlas tu vida ¡Enhorabuena! Pero no bajes la guardia. Sigue así y nos veremos en… ¡la cumbre!

Y recuerda:

No hay felicidad sin libertad, ni libertad sin coraje.

¿Cuándo empiezas?

Por su enorme complejidad y trascendencia en la vida de muchas personas, este tema es tratado y complementado en el libro
50 Razones para vivir…Feliz

50 Razones Para Vivir... Feliz