Cómo afrontar y gestionar eficazmente los conflictos

La filosofía aplicada a los conflictos

Este es sin duda un tema de “filosofía aplicada”, o para ser más exactos, de “filosofía para aplicar”.  Sí, me dirás, pero los conflictos son tan reales como la vida misma, y lo de la filosofía, para estas situaciones, igual no es muy adecuado.  Pues sí, en una primera instancia, puede parecer que esto de los conflictos tiene muy poco que ver con cuestiones filosóficas. Ahora, toca explicar por qué si es una cuestión básicamente (aunque no exclusivamente) de filosofía, y sobre todo, a la hora de tratar de sacar “algo” positivo de los mismos.

¿Quién promueve o es la causa de los conflictos y de las situaciones críticas en la vida?

En primer lugar, debemos aceptar que, los conflictos y las situaciones complicadas en las relaciones humanas son inevitables. Son algo inherente a la condición humana, y este es el primer aspecto a considerar para afrontar de forma eficaz e incluso beneficiarse de los conflictos.

Sabemos que no existen dos personas iguales, ni en lo físico ni en lo psicológico, y que todo en nuestro entorno está en permanente cambio. Estos son dos de los factores básicos con los que tenemos que convivir en el día a día, y en consecuencia, hacen que las relaciones humanas se compliquen y terminen en desacuerdos, puntos de vista distintos, interpretaciones diferentes sobre una misma situación, intereses de todo tipo, o bien que como causa de nuestros errores o de los otros, nos veamos en situaciones complicadas.

Las relaciones entre los humanos, así como los cambios, son necesarios para el desarrollo de nuestra sociedad, pero también debemos asumir que son desestabilizadores. Estas presiones que los cambios generan sobre las personas, hacen que muchas de ellas vivan inmersas en continuos episodios de ansiedad o angustia, cuyo resultado suele ser unas malas relaciones con el entorno, compañeros, amigos familia, etc., y también, un deterioro en la salud física y psicológica.

Por lo tanto, podemos resumir que el conflicto es el resultado del desarrollo humano y que “Afecta a las relaciones personales como consecuencia de falta de entendimiento o de intereses y deseos opuestos”.

¿Los conflictos siempre son negativos?

En su esencia inicial, los conflictos, o cualquier tipo de situación de fuerte contenido emocional negativa, es perjudicial para la salud mental, física y social, pues cuando hay “malos rollos”, el entorno, bien porque se involucra directamente, o ve lo que sufren los “contendientes”, también sufre.
No obstante, como tantas cosas en la vida, podemos aprovechar los conflictos para sacar consecuencias positivas. (Aquello de, “lo bueno de lo malo”)

Aspectos positivos de los conflictos y de las dificultades de la vida

Para aprovecharnos de las situaciones críticas en las relaciones personales, tenemos que partir de una predisposición (filosofía) de tomarnos con calma cualquier situación por tensa o complicada que sea. Es una cuestión de “fuerza mental”, debemos interiorizar que:

El conflicto y los problemas, es una creación humana, y por lo tanto, la podemos prever evitándola, y/o gestionarla de forma que no desemboque en algún altercado y consecuencias de grado mayor.

Estos son algunos de los pasos que deberías seguir cuando se presenta un conflicto o situación indeseada y quieres “gestionarlo” de forma “adulta” e inteligente.

  1. Para sacar provecho positivo de un conflicto, lo primero es reconocerlo, es decir, “darse cuenta” que se inicia un proceso que si no se gestiona bien, puede traer consecuencias muy negativas, por lo tanto, disponte a gestionarlo inteligentemente.
  2. Mantener la calma. Con el sistema emocional desbordado, no hay quien pare el conflicto. No responder de forma automática, pensarlo… contar hasta diez antes de responder… darse mensajes de calma, etc.
  3. No entrar en el terreno de las descalificaciones personales, ni tomarse como agravios los comentarios de “la otra parte”, pensemos que seguramente está muy desquiciada y no sabe muy bien el “valor” de lo que está diciendo.
  4. Preguntar a la otra persona, si está enfadada, qué, o como se siente, y si te ha insultado ¡NUNCA! le devolváis el insulto, te estarías poniendo a su mismo nivel , y no avanzarías en la resolución del conflicto.
  5. Propón alguna solución. Bien tratar el asunto en otro momento, dar por zanjado el tema, etc.
  6. Si la otra persona no entra en “razón”, y sigue con sus insultos o descalificaciones, no te preocupes, aunque pueda parecer que ha ganado la batalla, esta batalla de las descalificaciones, es una batalla que produce un triunfo muy triste… Y no olvides que:

    El débil psicológicamente, tiene la “necesidad” de ganar la batalla de las descalificaciones.
    El fuerte psicológicamente intenta ser dueño de sus emociones y evitar que un conflicto desemboque en una tragedia.

¿A qué grupo quieres pertenecer?

¿Qué ventajas obtengo de una buena gestión de los conflictos y de las situaciones difíciles? Veamos algunas:

  • “Evitar males mayores”. Rencores, odios, malos rollos…
  • Serás capaz de controlar tus emociones. Recuerda: “Quien no es capaz de controlar sus emociones, no es capaz de controlar su vida”.
  • Consigues unas relaciones más sólidas y fraternales con tu entorno.
  • Serás más respetada/o por toda la comunidad.
  • Esta actitud es un buen entrenamiento para el “desarrollo personal” Verás que cada día creces más como persona y aumentas tú auto estima.
  • Forjarás tu carácter, serás más dueña/o de tu destino, pues tendrás la serenidad para observar con más frialdad y serenidad los acontecimientos de la vida, y tomar decisiones más acertadas en el terreno personal y profesional.

Comprueba como gestionas los conflictos

Recuerda, no se trata de responder lo que “sería ideal”, sino lo que tú piensas o haces.

Siempre: 3 puntos A veces: 1 punto Nunca: 0 puntos Puntos
Si cometo un error soy capaz de reconocerlo sin echar las culpas a los demás
Admiro a las personas que tienen un control emocional importante en situaciones conflictivas
En las situaciones difíciles, tengo mucha firmeza, pero procuro no entrar en conflictos aunque me provoquen
Suelo perdonar con facilidad
Si me insultan, suelo esperar y no responder con otro insulto
Creo que de los errores también se puede aprender
Cuando estoy en una mala situación, no tengo inconveniente en pedir ayuda
Las dificultades de la vida nos hacen más fuertes
Después de una discusión, analizo las consecuencias de la misma
Total

RESULTADO:

De 0 a 10 puntos
Los problemas y los conflictos te agobian y no te permiten ser todo lo feliz que deseas.
De 11 a 20
Tienes una buena capacidad para sacar conclusiones positivas de las situaciones difíciles. Pero aún te falta algo de reflexión y serenidad.
De 21 a 30
Aprender de los conflictos o los errores, es estar ubicada/o en un gran nivel en cuanto a desarrollo personal. Sin duda, tienes una buena “filosofía de vida” ¡Enhorabuena!

Por su enorme complejidad y trascendencia en la vida de muchas personas, este tema es tratado y complementado en el libro
50 Razones para vivir…Feliz

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