Y esto escribía Erasmo en 1.5011:

Porque ellos os dicen que nada hay más necio que un candidato que halaga al pueblo para obtener sus votos, comprar con prodigalidades sus favores, andar a la caza de los aplausos de los tontos, complacerse con las aclamaciones, ser llevado en triunfo como una bandera, y hacerse levantar una estatua de bronce en medio del Foro. Agregad a esto, continúan, la adopción de nombres y sobrenombres, los honores divinos otorgados a gentes que apenas merecen el calificativo de hombres, y los que en las públicas ceremonias se dedican a tiranos infames, equiparándolos a los dioses, y dígase si todo esto no es tan rematadamente necio, que no bastaría un solo Demócrito para reírse de ello.

Publicado en un post en mi Facebook con el título: SOBRE LOS POLÍTICOS, (y los tontos) YA ALGUIEN DIJO…
Al hilo del comentario de Erasmo, analizando la situación en Catalunya, observamos que las cosas, socialmente han cambiado muy poco. A saber; los políticos de uno y otro bando, siguen con sus soflamas de un nivel intelectual ínfimo, e incluso haciendo uso de la mentira, o medias verdades, también puede ser, que sus capacidades no den para más, pero lo cierto es, que no necesitan más nivel intelectual ni moral para obtener el aplauso de las masas.

Desde un punto de vista neutral y científico, si se me permite la asociación, dónde está el problema “real” que vislumbramos los estudiosos del comportamiento humano, no es en el comportamiento de los políticos, (que tambien) sino en el de las masas.

Los miembros que componen las masas, refuerzan su “yo” con estos “alimentos caducos” (pero por lo visto no caducados), en forma de promesas de un paradisiaco futuro y que les están sirviendo para sentirse reforzados en un proyecto “vital”, que viene a llenar en muchos casos, su propio fracaso personal, y en otros, el vacío existencial, que tantas capas de nuestra sociedad, en general padece, y que “alguien” se lo resuelve, sin que tengan que pensar demasiado.

Para comprender el argumento, solo hay que introducirse en las redes sociales y comprobar cómo, la gran mayoría, en una frenética actividad, se limitan a compartir y copiar estos mensajes, que como bien sabido es, una gran mayoría en su origen, son de perfiles inexistentes o trolls pagados por el correspondiente lobby, con contenidos que van desde el insulto, a la pura sandez, y con una alarmante pobreza intelectual, y que en muy pocos casos, son sometidos a ningún análisis o comprobación por parte del público «compartidor». Esto si es preocupante.

A los estudiosos del tema, nos preocupan menos los políticos mediocres de uno y otro “bando”, que son unos pocos comparados con los seguidores de esta iniciativa, en este caso, de la unilateral independencia, que los millones de personas que configuran las masas que los aclaman.

Sinceramente, a mí me preocupa (o no) y sí me ocupa, la facilidad con que hoy se manejan las masas, y me retrotrae, como mínimo a 1.511. El escrito de Erasmo, refleja perfectamente lo que sucede en Catalunya, pero también en otros lugares, donde las masas aclaman sin complejos a sus más que mediocres y en muchos casos corruptos políticos. Entonces… ¿Por qué me sorprende?

Y como buen aficionado a la filosofía, me sigo haciendo preguntas: ¿Dé que lado está la razón? ¿Y el razonamiento? ¿Quién se ha saltado las leyes? ¿Cuál es mi aportación a la solución, o relajación del conflicto? ¿Por qué ha avanzado tan poco la inteligencia racional en la sociedad? Etc. Entonces, ¿Quiénes son los que “matan”?

No es una solución, pero si una sugerencia; nos iría mejor con “más Platón y menos Puigdemont”, (por ejemplo) Cáptese la ingenua intencionalidad.

En mi anterior artículo, comentaba la carencia de inteligencia racional, esto no es preceptivo de Catalunya o España. Con mensajes que no resistirían una milésima parte de la capacidad cerebral de cualquier persona, se logra manejar a las masas de forma cuasi infantil. Veamos algún ejemplo; en USA, en las elecciones ganadas por D. Trump, el mensaje de una Arcadia feliz evitando la entrada de extranjeros y haciendo un muro con Méjico, logró millones de votos, hoy vemos la mentira que encerraba dicho mensaje y el arrepentimiento de muchos votantes. Tema Brexit, con mensajes basados en desinformaciones y medias verdades, la mayoría de ingleses votaron a favor del Brexit, hoy, la mayoría de estos votantes se rasgan las vestiduras cuando ven las consecuencias de dicha decisión.

En Catalunya, al igual que en USA e Inglaterra, sucede algo muy parecido, la mayoría de personas, no se molestan en informarse, tanto de las posibilidades del logro de dicha independencia, como de las consecuencias caso de ser posible que se produjese. La historia de nuevo se repite, y siempre hay una base psicológica.

En todos los casos mencionados, observamos el mismo patrón psicológico. Partimos de la base que, el cerebro nos juega una mala pasada, en su estructura básica, está el ahorro de energía, ello se logra reduciendo el esfuerzo de pensar, si en lugar de realizar operaciones complejas de análisis de informaciones, proyecciones de posibilidades y consecuencias, búsqueda de nuevas posibilidades, etc. nos creemos o copiamos un determinado mensaje que alguien nos ha preparado, solo tenemos que “grabarlo” y defenderlo, aunque sea de la forma más simple y peregrina, pues a quien primero deberemos convencer, es a nosotros mismos, y como ello ya sucedió, cualquier excusa es válida para nuestro cerebro. Así funciona este prodigio de la naturaleza.

En los últimos días, muchas personas me preguntan si a la vista de los “curiosos” acontecimientos propiciados por los líderes independentistas, pienso que muchas personas que les votaron, cambiarán de parecer. Mi respuesta es, basándome en las anteriores explicaciones; los profundamente convencidos de la “bondad” del independentismo, no cambiaran de parecer, pase lo que pase. De alguna manera, su cerebro no les permitirá ese cambio, y en todo caso, les irá facilitando excusas para mantenerse en esta posición, todo antes que cambiar y explorar nuevos territorios neuronales con el coste energético que ello supondría.

Por esta razón expuesta, mi posición no es agresiva hacia estas personas o ideas, (ni hacia otras, claro) pues estas circunstancias, en otros aspectos de la vida, pueden suceder a cualquier persona, y aquí recurro a la sabiduría popular: “Quien esté libre de “culpa”, que tire la primera piedra”. ¡Qué bien iría a la sociedad una buena formación en psicología y filosofía!

Ha sido este, por razones de espacio, un incompleto análisis de esta ¿dramática? situación, que no obstante, ampliaré en el próximo articulo de esta trilogía, manteniendo esta neutral visión, como si fuese un «marciano» recien llegado a estos lares.
Para más profundización de este apasionante campo de la psicología, puedes apoyarte en “Las Claves del Comportamiento Humano” (Amat Edit.) o, “La Inteligencia Inteligente (Edit. Códice)

Por si algún lector o lectora desconoce mi “ubicación” en torno al independentismo en Catalunya, decir, que no me considero “anti-independentista”, pero sí defensor de cumplir la leyes, y luchador empedernido para cambiar las injustas, pero siempre por los cauces pacíficos y usando la inteligencia. Y hoy atisbo en gran parte de la sociedad, poco deseo de paz, y menos inteligencia.

Desde mi Azotea de la Libertad: Salud y A.M.P.