Pareciera que no son estos, tiempos para el jolgorio y la alegría, la mayoría aceptaría en definirlos como de angustia y tristeza. Sin negar las peculiaridades negativas existentes, lo cierto es, que no podemos permitirnos ser arrollados por el tsunami de las malas noticias, la tristeza y la desesperanza
A pesar de los malos augurios, siempre podemos abrir una nueva ventana en nuestra vida, vislumbrar un nuevo horizonte de cielo azul, y disfrutar de la sonrisa de un niño o el trino de un pajarillo. Esta es mi intención, dedicando esta “perla” a la buena gestión de una emoción tan peculiar como lo es la tristeza.
La tristeza
La tristeza está considerada por la mayoría de psicólogos como una emoción “natural” o “genuina, y se la considera así, por ser junto a la rabia, alegría, afecto/amor y miedo, compartida con la mayoría de las llamados “especies superiores”. Nos estamos refiriendo básicamente a los mamíferos, especies con las que compartimos el “sistema límbico”, una zona del cerebro donde residen los verdaderos “habitáculos” y “motores” de las emociones.
Aunque hay autores que no comparten esta clasificación, debemos decir que tampoco existen grandes diferencias entre los expertos en la materia.
La tristeza, siempre ha sido considerada a nivel social, como una emoción negativa. Sería bueno que nadie estuviese triste, esta es una buena afirmación, pero sobre todo un buen deseo, ya que es básicamente imposible, y más en nuestra sociedad actual, que no es precisamente un “Jardín del Edén”. Imposible pues, evitar en un momento u otro de nuestra vida, ser invadidos por esta emoción.
Evidentemente que la tristeza es una situación negativa, pero como explicaré a continuación, también una emoción “necesaria”.
Si la vida fuese un mundo maravilloso, sin problemas de ningún tipo y sin ningún tipo de sufrimiento, es seguro que nuestro cerebro, no hubiese desarrollado este “mecanismo de defensa”. Pues de eso se trata.
Aspectos “positivos” de la tristeza
Esta emoción nos sirve básicamente para “tramitar” situaciones de impacto emocional negativo.
Puede afectarnos desde un “estado de ánimo bajo”, aquella situación tan peculiar que despachamos con la frase “no estoy de humor para…” que en muchas ocasiones no significa estar carente de humor, sino más bien una “leve tristeza”, y también para tramitar situaciones de alto contenido emocional.
La tristeza nos permite “aceptar y tramitar” pérdidas de seres queridos, objetos de valor, competencias profesionales o deportivas, etc. Cuando se dan estas circunstancias, lo “normal” es estar triste, de no ser así, optaremos, posiblemente de forma inconsciente, por un “pasotismo”, rabia, miedo, etc. o descenderíamos a una dolorosa depresión, posiblemente falsa, pues el hecho acaecido, probablemente, no se correspondería con una respuesta tan desproporcionada.
Pero, la tristeza no es una situación deseada ni deseable, salvo, para las expuestas situaciones anteriormente.
Aspectos negativos de la tristeza
Podríamos hacer una lista exhaustiva y muy extensa de los efectos negativos de la tristeza, pienso que no es necesario. Pero, sí que considero puede ser de utilidad, recordar algunas de estas particularidades por su incidencia negativa en la vida de las personas. Veamos algunas.
- La duración de esta emoción. Aunque esta no sea muy intensa, la excesiva duración en el tiempo, puede perjudicar las relaciones y la salud física.
- Degradación de la auto imagen y la auto estima.
- Muy pocas personas desean relacionarse con otras que están siempre tristes.
- La tristeza (como la alegría) se contagia.
- La energía vital desciende y se resiente el sistema inmunológico.
- Se es más propenso/a a sufrir enfermedades.
- Se produce un mayor y más prematuro envejecimiento.
- Se coarta la creatividad, las iniciativas y el disfrute. Etc. etc.
¿Y si la tristeza, a pesar de nuestros esfuerzos nos invade y nos supera?
Qué NO hay que hacer: (Lista resumida)
- Instalarse constantemente en los pensamientos negativos.
- Comer, comer y comer…
- Aumentar la ingesta de tabaco, alcohol, etc.
- Seguir con la rutina “de siempre”.
- Aislamientos muy prolongados.
- Ver o leer películas o libros de argumentos dramáticos o negativos.
- Llorar con mucha asiduidad con la excusa de “eso me sirve para desahogarme”.
Qué SI hay que hacer cuando nos invade la tristeza:
- Romper rutinas.
- Hacer actividades al aire libre.
- Leer textos o ver películas de humor.
- Hacer actividades compartidas: Cine, compras, baile, etc.
- Dejarse llevar por fantasías positivas.
- Practicar una actividad sexual sana.
- Hacer cambios en el hogar: decoración, pintura, etc.
- Hacer cambios de imagen: peinado, vestir, etc.
- No escuchar a lo/as “portadores de desgracias”.
- Marcarse objetivos de actividades, profesionales y personales.
- Poner muchos rotulitos por tu casa con estas tres letras bien visibles: A.M.P (Actitud Mental Positiva)
Pero sobre todo, trázate un “plan anti tristeza”. Recuerda, una de las secuencias más nefastas es: Rutina-Aburrimiento- Tristeza- Melancolía – Depresión. Si estas en este circuito ¡sal rápidamente de él! Y prepara tu Plan, sino, lo más probable es que acabes en una depresión. Una depresión “falsa” (pero dolorosa) y falsa porque es evitable.
Ahora, a través del siguiente test, vamos a ver cuál es tú ranking de la tristeza o de la alegría. (Puedes anotar las puntuaciones directamente en el cuadro/test)
Nunca: 3 puntos — A veces: 1 punto — Siempre: 0 puntos | Puntos |
---|---|
Mi trabajo es muy rutinario y aburrido | |
La gente con la que me relaciono es muy seria y ríen muy poco | |
Solo me gustan las películas dramáticas | |
Las personas que siempre están de buen humor son falsas | |
En las fiestas me suelo aburrir como una ostra | |
Me cuesta mucho reír | |
La vida es una cosa muy seria y hay que tomárselo TODO muy en serio | |
Me paso mucho tiempo solo/a y sin muchos ánimos | |
Cuando me sucede algo negativo me cuesta mucho tiempo reponerme | |
Prefiero quedarme en casa tranquilamente antes de salir a hacer deporte, o con amigos o amigas, pasarlo bien y divertirme | |
Total |
RESULTADO:
- De 0 a 10 puntos
- Lo de la alegría no lo llevas muy abundante. Es posible que estés reprimiendo algún problemilla del pasado. ¡Animo! Hay que darle alegría al cuerpo, éste te lo agradecerá y te sentirás mejor.
- De 11 a 20
- Ya estás en el buen camino, date algunos permisos más y pronto sentirás los beneficios.
- De 21 a 30
- ¡Muy bien!, Tú Niño Natural se siente fantástico. Estar alegre es el mejor antídoto contra las enfermedades y el envejecimiento.
Es lo que más se acerca al elixir de la “eterna juventud”.
Y recuerda, muchos de los logros en la vida dependen básicamente de tú actitud
La A.M.P es el más importante motor para el logro de la felicidad.
Todo el material que compondrán esta serie de artículos, están extraídos del libro
50 Razones para vivir…Feliz
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